La familia Fuentes, compuesta por un matrimonio con tres hijos, llevan planteándose el traslado de su vida a un chalet desde hace varios meses.
Actualmente viven en un piso en el centr o de Madrid de 85 metros cuadrados, lo que se queda algo pequeño para una familia de cinco miembros en la que dos son adultos, otros dos ya cercanos a la adolescencia y un bebé.
El padre de familia, Ignacio, asegu ra que es lo que más le conviene a la familia, pero que primero hay que hacer números y considerar hasta el más mínimo detalle:“Hemos visto muchas casas diferentes y sabemos la experiencia que amigos nues tros tienen en sus chalets. Debemos valorarlo todo, pero la opción es idónea para mi familia y para mí”.
Martina (13 años)
Lo que más desea desde niña, es tener un perro y ju gar con él. Al vivir en un piso pequeño y sin espacios exteriores, a sus padres no les parecía la mejor idea. Sin embargo, si se mudaran a un chalet, su mascota tendría espacio para jugar en el jardín y sacarlo a pasear sería más fácil ya que la mayoría de viviendas que han visitado se encuentran rodeadas de zonas verdes.
Además, si tuviera una habitación más grande, sus amigas podrían ir allí y poner música sin que moleste a los vecinos o hacer fiestas de pijamas sin tener a su hermano en la misma habitación.
Por supuesto, si el chalet tuviera piscina ya sería lo más de lo más, podría bañarse cada vez que tuvi