Una de las consecuencias indirectas de meses de convivencia con la pandemia de COVID-19 es la estrecha relación que hemos mantenido con nuestros hogares. En las primeras semanas de esta situación inusual pasamos muchas horas dentro de nue stras casas y por ello hemos detectado cuáles son nuestras verdaderas necesidades en torno a lugar donde vivimos.
Esta preocupación por la vivienda se nota en el interés y las búsquedas de viviendas mucho má ;s amplias y alejadas de la ciudad. Durante los últimos 12 meses el interés por viviendas más espaciosas como los chalets que Cambrija construye desde hace años en Boadilla del Monte, Mad rid, ha crecido en un 14%.
Los expertos coinciden en que durante la cuarentena y los meses posteriores las denominadas prioridades habitacionales se han modificado en España. Ahora las familias que viven en la ciudad s e plantean instalar su hogar en pisos o casas a las afueras de la ciudad, en viviendas más grandes, con más zonas comunes y cercanas a espacios verdes para poder desarrollar más actividades en caso de no poder desplazarse fuera de sus entornos más cercanos como ha ocurrido durante los meses de pandemia.
Los chalets en Boadilla del Monte son un ejemplo de lugar para una vida en familia con más espacio
Los chalets son una solución habitacional que da respuesta en gran parte a esta demanda. Son viviendas que cuentan con más de dos o tres dormitorios de gran tamaño en los que los más pequeños no solo pueden dormir, sino que también pueden pasar grandes cantidades de tiempo dedicado al ocio, los estudios o la familia. Otra ventaja de los chalets o casas individuales es que suelen contar con patios, terrazas o jardines en los que poder tomar el aire fresco o disfrutar de comidas familiares